Fibromialgia la gran desconocida

Fibromialgia la gran desconocida

Dña. Ana Mª Luis
Socia de la Liga Reumatológica Asturiana (Oviedo)

Quiero publicar esta carta con la única intención de que si nos vemos en situaciones parecidas, antes de criticar, nos informemos y en lugar de criticar, nos informemos y en lugar de ofender apoyemos e intentemos ser más tolerantes incluso con lo que desconocemos.

¡Hola!, me dirijo a ti, INCOMPRENSIÓN

Me llamo Ana, tenía una vida tranquila, me sentía muy bien conmigo misma y casi era feliz. Un día del año 2000 comenzó mi pesadilla. Lentamente empecé a sentirme mal, a ir de un médico a otro, de un hospital a otro hasta que dos años después me diagnosticaron fibromialgia y sfc, en este punto la carga psicológica que arrastraba era tan fuerte que la depresión llegó sin poder evitarla, toqué fondo, no quería vivir, desconocía la enfermedad, no tenía fuerzas y además, allí estabas tú, cruel incomprensión, para ayudar a destruirme. En esta lucha contigo, cometí el error de dar muchas explicaciones, pedir perdón continuamente y sobre todo, a ir aislándome del mundo lentamente, yo que no había hecho nada a nadie, tenía miedo, me faltaban fuerzas y gracias a ti fui cobarde.

 

Pero en mitad de la oscuridad estaban mis padres, mi hijo, parte de mis hermanos y muy pocos amigos. A ellos me aferré con fuerza, con tanta que casi destruyo lo que más amo, pero gracias a eso hoy vivo, así aprendí que un amigo es el que entra cuando todo el mundo sale.

Hace un año entre en la asociación LAR, voy a charlas que médicos especialistas nos dan para ayudarnos a entender lo que nos pasa, ya que esta enfermedad desconocida no tiene aún ningún tratamiento que cure o alivie el dolor. Acudo a las terapias de grupo con la psicóloga Marisol y personas que han pasado por el mismo infierno que yo.

Desde entonces mi vida ha mejorado, he aprendido a vivir el dolor, a ser yo misma, pero sobre todo, a decir ¡NO! No a ti INCOMPRENSIÓN, no te daré explicaciones, no dejaré que te metas en mi vida. No te pido nada, luego no tienes derecho a juzgarme. No te escucharé, pero sobre todo, no dejaré que me destruyas.

Estoy aprendiendo a vivir con mis limitaciones. Trato de no forzar las cosas cada día para no pagarlo al días siguiente. Así, estoy cada día un poco mejor. Me gusta aprender de lo que leo y de lo que escucho y así, con tiempo y con lucha, he aprendido a conformarme, porque si lloro por haber perdido el sol, las lágrimas no me dejarán ver las estrellas.

Gracias especialmente a mi hijo, que fue quien me dio fuerzas para tirar para arriba. Cuando creía que ya no podía más, ahí estaba él, con cariño, con paciencia, con solo 17 años no le importó dejar muchas de sus cosas para cuidarme, apoyarme y a la vez continuar con sus estudios. A mis padres, que son como el aire que respiro. A mis hermanos, por el eterno apoyo.

Me siento afortunada por la gente que me rodea y por la que se quedó por el camino, porque no merecía la pena; por toda la fuerza que puse para salir adelante y por la que pusieron todas las personas que creyeron en mí y siguieron queriéndome orologi omega replica y respetándome como antes. A todos ellos, gracias.

Mi agradecimiento a Roberto Peña, psiquiatra privado de gran prestigio; a la Asociación L.A.R. y a la psicóloga Marisol, gran profesional y mejor persona.

Para todas las personas que estéis pasando por situaciones parecidas, ánimo, el mejor medicamente es vuestra lucha, el calor de la gente que os quiere y por supuesto, la ayuda de buenos profesionales.